La deshidratación puede originarse por diversas condiciones. Una de las más comunes son infecciones que producen como un síntoma la deshidratación, mientras que otra causa puede ser un golpe de calor en la que el cuerpo alcanza una temperatura por encima de su rango normal y a raíz de esto el cuerpo pierde fluidos en un intento de descender su temperatura.

 La mejor alternativa para evitar que tu pájaro se deshidrate es con medidas de prevención como:

 Coloca su jaula en un sitio fresco: de esta manera podrás evitar que su temperatura corporal aumente y corra el riesgo de sufrir un golpe de calor. Evita exponerlo a un aire acondicionado o ventilador que expulse el aire directamente a él o podría sufrir una hipotermia. 

 Que siempre tenga agua disponible: este paso es fundamental para que tu pájaro pueda rehidratarse continuamente cuando pierda fluidos corporales por sudoración, orina o defecación. 

 Realiza visitas regulares al veterinario: de esta forma el veterinario podrá detectar un cuadro de infección o deshidratación con antelación y así evitar que avance hasta alcanzar riesgos muy elevados.